"El ladrón de los céntimos" - Queja personal



 ¿Me invitas a un café?
Foto de Corina Morera

   Quiero desahogarme, ¿me lo permitís?

   Reúno monedas de 50 céntimos (€) desde hace algo más de dos años, poco antes de quedarme sin empleo (¡viva España! Ejem...). La problemática de la crisis económica me “pilló” acabando la carrera, así que mi vida ha sido (desde 2009) un taller surrealista sobre “cómo caminar e instalarse en la cuerda floja”. El último “montón” de mis pobres ahorros fue gastado en otro viaje más, en otro nuevo intento de conseguir una vida, e intentar patear depresiones y ansiedades por alcanzar sueños que empiezan a tomar cuerpo de utopía (hace mucho que dejaron de ser “aquellas” posibilidades futuras).

   Yo también me tragué el bombón que decía “esfuérzate y conseguirás lo que quieras”, sí, me lo tragué... y, por su puesto, acabó en el váter, como tantos cuentos de hadas.

   Y hace unos días ocurrió algo que, de hecho, terminó de desquiciar mi psique. Quizás si os lo cuento me libero un poco de la carga...

   Hace un par de meses reinicié la cuenta de mi hucha de “moneditas”, un estuche de plástico casi transparente fácil de abrir y manejar para hacer cuentas. Vivo en una caravana con mi pareja, por lo que os podéis imaginar que prácticamente no tenemos dinero, así que apenas he podido ahorrar 38 monedas (19 €) hasta la fecha.

   En fin... ¿os he contado eso de que era casi transparente y fácil de abrir? Bien... alguien más lo pensó. Ese alguien desconocido vertió las monedas en su bolso o bolsillo, dejó el objeto de plástico (y una moneda que debió agarrarse al fondo al ser vaciado, probablemente con prisa) y se largó con la conciencia más limpia que aquel recipiente vacío...

   Hoy quiero quejarme públicamente de quienes, en lugar de hacer ruido ante los altos mandos que nos explotan, abusan de los mismos que ya están quebrados, maltratados, y deshechos por las injusticias de un sistema corrupto. ¿Cuándo vais a entender que el pueblo ha de estar unido contra el mal común, y no contra el pueblo mismo?


   Me voy de la caravana, ya no tengo dinero. Pero quedaos las malditas monedas... y que alguien me devuelva mis sueños...  

Corina Morera
'La Puerta Perdida'.

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